Si te gustaría que tu futuro bebé comiera de todo, primero tienes que hacerlo tú. ¿Por qué? Porque durante el embarazo podrás despertar el apetito de tu bebé. Está comprobado que la dieta de la madre influye en el gusto de los niños por ciertos alimentos, y que además, mientras están en el útero pueden reconocer sabores, con lo que, quizás, al crecer serán capaces de recordar y preferir aquellos alimentos que consumió su madre durante el embarazo. ¿Quieres que tu hijo coma pescado o brócoli? Cómelos tú durante el embarazo.